CRÓNICAS DESDE UN PLANETA HETERODOXO
...Parodia de un mundo por Juan Manuel Rodríguez de Sousa
Un Premio Nobel diferente
La ceremonia de entrega del Premio Nobel ha transcurrido sin ningún incidente y ha colmado en abundancia las expectativas creadas sobre los afortunados elegidos.
El Premio Nobel se otorgó por primera vez en 1901. El creador que tuvo la idea de premiar a aquellas personas participantes en el progreso continuo de la humanidad la gestó Alfred Nobel, que murió en 1895.
Una gran fracción de representantes del mundo de la cultura y la ciencia citan este año como uno de los más especiales acaecidos en todo la historia del los nobeles, y seguramente –eso proclaman los críticos- no volverá a repetirse semejante aglomeración de grandes personajes en otro mes frío de diciembre, mes en el cuál se entregan los preciados galardones- Tal ceremonia, la del 2008, será las más memorada de todos los tiempos. Los premiados se caracterizan, ante todo, por la gran popularidad gozada a nivel nacional e internacional.
Entre los más laureados se encuentra el ganador del Premio Nobel de la Paz que es otorgado por un grupo selecto del Parlamento Noruego (Storting). El galardón recayó sobre el Presidente de los EEUU, Georges Bush. Se valoró su capacidad de concilio entre las grandes potencias mundiales, sobre todo, en el ámbito islámico que goza desde hace años de una paz mutua entre las naciones que lo componen. - La palabra, antes que nada- Proclamó Bush al comienzo de su discurso, seguido de un mar de aplausos que no menguó hasta la media hora.
El presidente aparentaba calma, pero se le podían ver los propios reflejos de emoción que todo nobel debe sentir por sus venas. Esta emoción se le notó especialmente cuando hacía referencia a las dificultades que debió afrontar durante su gobierno, ante la postura pacífica que él mismo decidió adoptar para el bien de la Humanidad. Una lucha sincera, limpia y conciliadora contra aquellos que pretenden conquistar países a la fuerza, y explotar al mismo tiempo sus recursos naturales. Al cabo de su discurso, George estalló en llanto, aunque sin impedir al premiado alzar la voz y declarar a todo volumen y con una fuerza desgarradora el siguiente mensaje: "La paz es la verdad". El Centro Nobel de la Paz despidió al presidente entre un atronador aplauso, un aplauso que ensordeció la helada ciudad de Oslo.
Hermosa avenida de la ciudad de Oslo
Parecía que ante semejante homenaje no cabría la posibilidad de ensombrecer a George, sin embargo, otro Premio Nobel acaparó todas las antenciones al final de la jornada. Se trata de un premio concedido a un conjunto formado por dos mujeres que pasarán a la historia como dos de las escasas féminas que han logrado alzarse con un Nobel. Los dos archifamosos personajes se llaman Paris Hilton y Victoria Beckham. La obra maestra titulada: “DÍAS EN LA CÁRCEL Y REFLEXIONES DE MADRE FASHION” está narrada por ambas autoras. Ha sido considerado como el texto más sobresaliente escrito desde hace siglos. En el discurso, Victoria explicó a la multitud el origen de semejante libro: <<... Paris, la conocí en cuanto llegué a los Ángeles, y me proporcionó un diario sobre sus horribles días sufridos en la cárcel el año pasado. Nada más terminar de leerlo, caí presa de la intensa emoción de sus escalofriantes palabras. Tan consternada me quedé, que pasé casi dos días sin maquillarme, sin comprar ningún vestido, bolso u otro artilugio de parecido estilo... entonces se me ocurrió añadir mis vivencias en aquel manuscrito, y me insté a esforzarme con toda mi alma... Terminamos la obra conjuntamente en el modesto Hotel Villa Magna a Park Hyatt de Madrid... Un viaje para recordar un tramo que fue un verdadero trauma. Afortunadamente, ya me he recuperado...>>
Victoria y Paris recibieron del público un clamor tan alegre y heterodoxo que debieron cerrar los ojos de la emoción. El costoso rimel comenzó a derretirse tan imparablemente de los ojos de ambas, que el lujoso suelo del pabellón sueco comenzó a transformase en un pequeño y negro charco dónde los nóbeles diplomas alzados al vuelo se tintaban y se volvían inservibles. En todo este albedrío, Paris, en un su ultimo intento para hablar, gritó con el corazón henchido: << ¡Ahora, fiesta, fiesta...>>.
Y de este modo terminó la ceremonia de entrega de los Premios Nobel 2008, con un divertido, contundente e interminable festejo que se apagó con las débiles luces del amanecer.
Escrito por Juan Manuel Rodríguez de Sousa.
Fiordo de la ciudad de Oslo
Para saber más sobre el Premio Nobel consultar en la wikipedia:
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